En la región se registró un menor número de estudiantes con rendimiento esperado respecto al periodo prepandemia, lo que denota la necesidad de acciones urgentes a fin de no perjudicar la formación y el futuro de los niños y adolescentes.
Los resultados de la Evaluación Nacional de Logros de Aprendizaje (ENLA) 2024, realizada por el Ministerio de Educación (Minedu), terminaron de confirmar el preocupante panorama de la educación en Ica.
Solo el 32.4% de estudiantes de cuarto de primaria alcanzó un nivel satisfactorio en el área de Matemáticas. Aunque representa una mejor con respecto a 2023 (23,8%), aún está lejos de lo conseguido en 2019, cuando 40.5% de los estudiantes obtuvieron las calificaciones esperadas.
“Estos resultados reflejan la falta de calidad del sistema educativo, y refuerza la necesidad de implementar estrategias pedagógicas más eficaces, acompañamiento docente continuo y políticas sostenidas que prioricen la mejora del rendimiento escolar desde los primeros grados. Ignorar esta brecha es comprometer el desarrollo humano y productivo del país”, subrayó Franco Saito, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
En el caso de Lectura, en tanto, la situación es similar: 33,6% de estudiantes logró un nivel adecuado, un 3,2% menos que el año anterior. El economista precisó que un estudiante que no entiende lo que lee difícilmente podrá seguir aprendiendo con autonomía o tomar decisiones informadas. Y sin habilidades numéricas mínimas, se ve restringido incluso en situaciones cotidianas, como la administración de su dinero. Es importante señalar, además, que estos resultados se encuentran por debajo de los niveles vistos en 2019 (ver gráfico).
Carencias del sector
La educación en Ica enfrenta obstáculos que van más allá del aula. La falta de servicios básicos como agua, luz, desagüe e Internet, así como la carencia de mobiliario adecuado como pizarras y carpetas, convierten la enseñanza y el aprendizaje en un reto enorme para maestros y estudiantes por igual.
Precisamente, REDES ha identificado que más del 28% de locales educativos requiere una reconstrucción total de su infraestructura, debido a su deteriorado estado y a los riesgos que presentan ante posibles desastres naturales. Esta situación afecta a aproximadamente 15 mil estudiantes, principalmente en los distritos de Salas y Tupac Amaru (Pisco), quienes enfrentan dificultades como la imposibilidad de ingresar a sus colegios, la suspensión de clases o, incluso, la necesidad de trasladarse a espacios alternativos para continuar con sus estudios.
“La educación es la herramienta más poderosa para romper los ciclos de pobreza y brindar mejores oportunidades a las futuras generaciones. Por lo tanto, no solo se trata de invertir más, sino de invertir mejor: en docentes capacitados, en infraestructura digna, en materiales adaptados al entorno amazónico y en asegurar que la educación rural no siga siendo una promesa incumplida”, reflexionó Saito.
Justamente, la inversión pública en educación básica para el 2025 en la región de Ica se aproxima a los S/752 millones, esto es un incremento del 5% en comparación con los S/ 713 millones asignados en 2024.
A pesar de contar con un presupuesto superior para los proyectos planificados en este año, el gasto por alumno sigue siendo uno de los más bajos del país, con apenas un desembolso de S/ 321 mensuales durante el presente año.
