– Pruebas de luminol confirman que Miluska Bacilio Gonzales le asestó un cuchillo a su enamorado en la habitación donde vivían
– Poder Judicial dictó nueve meses de prisión preventiva y fue encerrada en Cachiche. Buscó engañar a la policía con el cuento del robo
Un supuesto asalto, un testimonio desesperado y un hombre con un cuchillo en el pecho cerca del corazón, parecía ser un hecho provocado por la delincuencia que golpea a la región y el país.
Sin embargo, las autoridades de Ica descubrieron que Miluska Bacilio Gonzales, de 33 años, no fue víctima de la inseguridad ciudadana, sino autora de un crimen planeado y simulado, que terminó con la vida de su pareja: Ángel Cristóbal Jara Quintana, de 28 años.
HECHOS. Cerca a las ocho de la mañana del domingo 13 de abril, Miluska llegó a la puerta del Hospital Regional de Ica pidiendo auxilio.
Aseguró que ella y su conviviente habían sido asaltados por cinco delincuentes, y que él fue apuñalado al resistirse al asalto.
El supuesto asalto habría ocurrido en la calle California del Cercado de Ica. Desde ese lugar, la mujer trasladó a su pareja que se desangraba en un auto al nosocomio iqueño para salvarle la vida.
Pero las primeras contradicciones en su relato, sumadas a una investigación minuciosa de la plicía, revelarían otra verdad: el crimen había ocurrido dentro del cuarto que ambos compartían, y ella era la única implicada.
La policía llegó hasta el inmueble y detectó manchas de sangre.
Las pruebas de luminol al interior de la habitación confirmaron la presencia de sangre humana en la escalera, el pasadizo y el dormitorio.
La versión del asalto quedó totalmente desvirtuada. Testigos señalaron que no se escucharon disturbios en la calle, y que la pareja había regresado caminando con total tranquilidad solo minutos antes del crimen.
La hipótesis para el brutal ataque es que la víctima había decidido terminar la relación, y ese fue el detonante del sangriento ataque.
La víctima ya había confesado a su familia que vivía una relación tóxica, con maltratos, celos y aislamiento por parte de la mujer que era cinco años mayor.
Ángel Jara tenía planes de dejar la vivienda ese mismo fin de semana. Había empacado su maleta. Pero nunca llegó a salir.
Miluska Bacilio tiene antecedentes por violencia física y psicológica. En el 2022 fue denunciada por maltrato a sus hijos y amenazas a otra mujer. La pericia psicológica actual reveló rasgos de inmadurez emocional, baja empatía y tendencia a actuar de forma impulsiva y agresiva.
PRISION PREVENTIVA. La justicia ordenó nueve meses de prisión preventiva por el delito de homicidio agravado. Fue recluida en el penal Cristo Rey de Cachiche.
La familia de Ángel, devastada, exige la máxima condena para quien terminó con la vida de un joven con sueños, empresa propia y un fuerte vínculo familiar.
El cuerpo de Ángel Cristóbal Jara Quintana fue trasladado a Apurímac, tierra donde jugó y creció, donde sus padres y hermanas lo despidieron con profundo dolor.
Queda el recuerdo de un joven alegre, trabajador y soñador.