Investigación policial descarta secuestro y homicidio en el caso Kevin Flores. General asegura que murió por la explosión, pero la necropsia lo contradice
Para la policía la muerte del empresario vitivinícola Kevin Flores Donayre es caso cerrado. Sorprendió ayer las declaraciones del jefe del Frente Policial de Ica, general PNP Manuel Vidarte Pérrigo, quien aseguró que el occiso se quitó la vida.
Aunque la necropsia arrojó traumatismo cráneo, tóraco, abdominal abierto, múltiples lesiones contusas complejas y penetrantes en cabeza, tórax y extremidades, para la policía este hecho sería un suicidio.
EXPEDIENTE. Inicialmente, el caso generó conmoción y diversas especulaciones, incluyendo versiones sobre un posible secuestro, tortura y homicidio.
Sin embargo, las investigaciones de la Policía Nacional del Perú, basadas en pruebas como el certificado de necropsia, la inspección técnica policial y declaraciones de testigos, han descartado esta hipótesis.
«Kevin Flores Donayre, no ha sido víctima de un secuestro, no ha sido víctima de una tortura y que tampoco es víctima de un homicidio, Kevin Flores Donayre tuvo la lamentable decisión de terminar con su propia vida, utilizando para ello dos granadas de guerra», dijo el general para sorpresa de todos.
Aseguró que el certificado de necropsia el empresario «falleció producto de una explosión, se encontró objetos metálicos, impregnados en las partes del cuerpo, que son las esquirlas de las granadas».
En ninguna parte de dicho documento del Área de Medicina Legal, señala que murió producto de una explosión.
